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IDOM en Innovate4Climate: compartimos nuestra experiencia en reducción del riesgo de desastres

El pasado día 23 de mayo, durante el congreso Innovate4Climate (23-25 mayo en Bilbao),  Alberto de Tomás Calero, del equipo de Cambio Climático de IDOM, participó junto a expertos del Banco Mundial, en el workshop “Scaling up financing on disaster risk reduction: a critical step for climate change adaptation and building resilience”. La sesión analizaba desde distintas perspectivas cómo las inversiones en reducción del riesgo de desastres fomentan el apoyo a la adaptación al cambio climático en lugares que requieren una atención inmediata.

Nuestro compañero puso voz al sector privado y compartió con los asistentes la experiencia de IDOM en el desarrollo de proyectos de Acción Climática. ¡Te lo contamos a continuación!

“Los procesos participativos incrementan la resiliencia frente a los efectos adversos del cambio climático y promueven el desarrollo del capital social” 

Procesos participativos en RRD

En el marco de la reducción del riesgo de desastres, más conocido como RRD o DRR por sus siglas en inglés (Disaster Risk Reduction), IDOM desarrolla procesos de Acción Climática, tanto a nivel local como regional. Para alcanzar la efectividad, inclusividad, transversalidad y sostenibilidad de los objetivos de adaptación establecidos, consideramos fundamental la implementación de procesos participativos.

En primer lugar, los procesos participativos aportan conocimiento y experiencia local al análisis de vulnerabilidad y riesgo frente a las diferentes amenazas climáticas, lo que resulta en resultados más precisos y relevantes. Asimismo, la participación activa de las partes interesadas fomenta la apropiación del proceso y el empoderamiento de éstas; como resultado, se genera un aumento en la responsabilidad, compromiso, confianza y cooperación en la toma de acciones para reducir el riesgo y realizar un seguimiento y monitoreo efectivo.

Estos procesos también aseguran la inclusión social de las diferentes realidades socioculturales presentes en la región de análisis, atendiendo y reflejando las necesidades de grupos vulnerables como mujeres, niños, personas mayores, personas con necesidades especiales o pueblos indígenas. Además, fomentan la educación y conciencia acerca de los riesgos derivados del cambio climático, lo que fortalece la preparación y capacidad de actuación frente a eventos adversos.

Por último, los procesos participativos mejoran la capacidad para movilizar recursos y aprovechar oportunidades de financiamiento externo para el desarrollo de iniciativas de reducción del riesgo de desastres. Al mismo tiempo, facilitan la creación de compromisos con actores externos, como agencias gubernamentales, organizaciones internacionales y entidades del sector privado, para asegurar los recursos financieros necesarios.

En definitiva, los procesos participativos aumentan la resiliencia a los efectos adversos del cambio climático fomentando y desarrollando el capital social.

 

SbN como alternativa para la RRD

En cuanto a la mejora de la financiación de soluciones para abordar la reducción del riesgo de desastres, consideramos que las estrategias de adaptación basadas en ecosistemas, como las soluciones basadas en la naturaleza (SbN o NbS por sus siglas en inglés), representan una alternativa ventajosa en comparación con las soluciones de infraestructura convencionales.

“Su implementación e integración en el proyecto debe realizarse mediante un enfoque transversal y multidimensional”

Estas soluciones basadas en la naturaleza ofrecen una mejor relación coste-efectividad y son más sostenibles y resilientes ante los impactos adversos del cambio climático debido a su potencial autorregulador de adaptación. Además de contribuir a la reducción del riesgo de desastres, presentan una serie de co-beneficios asociados, como la conservación de la biodiversidad, el suministro de materias primas, la gestión de los recursos hídricos, la fertilidad y conservación del suelo, la captura de carbono y la creación de espacios recreativos.

Por otro lado, puesto que las SbN generan empleo y, por tanto, impulsan el desarrollo local, cuentan con un mayor nivel de aceptación por parte de la comunidad, garantizando su efectividad a largo plazo en la reducción del riesgo de desastres.

No obstante, es importante tener en cuenta que la cuantificación y monetización de los beneficios de estas soluciones basadas en la naturaleza puede resultar difíciles y estar rodeadas de ciertas incertidumbres: necesitan periodos temporales más extensos para alcanzar un óptimo funcionamiento y pueden presentar una efectividad limitada ante eventos de gran severidad. Además, pueden dar lugar a conflictos territoriales y requieren la colaboración de todas las partes interesadas y mecanismos de protección gubernamental para asegurar su éxito.

En conclusión, las SbN soluciones pueden implementarse conjuntamente con las soluciones de infraestructura convencionales y resultar interesantes para diversificar las fuentes de financiación al internalizar los co-beneficios asociados en los costes del proyecto. Sin embargo, para su correcta implementación e integración, los proyectos deben abordarse de manera transversal y multidimensional y es necesario, además, seguir trabajando en la minimización de las incertidumbres asociadas a éstas, mediante el uso de diversos softwares y metodologías.

 

Puedes ver la grabación de las sesiones aquí.

 

junio 21, 2023

Medio Ambiente

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FOTO / IMAGEN
De izquierda a derecha: Lauren Kelly (World Bank Group, Independent Evaluation Group), Janine Kuriger (Swiss Agency for Development and Cooperation), Alberto de Tomás Calero (IDOM Environment) y Karan Mangotra(The World Bank)